Casi la parte superior de Grafton Street, la estatua de la pescadería y fascinante prostituta da la bienvenida a los visitantes. Su figura ha sido la fuente de muchas inspiraciones: la presencia de su fantasma sería por las calles estrechas en noches de niebla, a que es un amuleto de buena suerte al tacto, por haber dado el nombre a los mercados que son el '(!) Berberechos y mejillones, heroína de la canción himno de la capital.